Friday, February 02, 2007

REFLEXIONES SOBRE GRAN HERMANO

La decadencia de la sociedad se representa en la pantalla del televisor.Siempre nos interesa la vida del otro, debe ser algo instintivo, siempre nos interesamos en saber la vida del que a mi lado está. Tal vez Schopenhauer tenía razón cuando nos dijo que siempre es mejor soportar al otro que a nosotros mismos.
“Tal vez hoy hacen algo gracioso” nos mentimos a nosotros mismos para verlo o le decimos a otros para convencerlos. Y ahí nos mantenemos, en suspensión temporal, como hipnotizados.

No solo los jóvenes (en quienes muchos han perdido esperanza), sino la gente en general de todas las edades se entretienen o pasan el rato. Ver a ¿8? ¿5? ¿20? acéfalos rascándose el ombligo todo el día es como observar ratas de laboratorio ¿Qué hacen? Nada. Por lo menos las ratas están limitadas de razón y no pueden elegir estar donde están.

Además, si estos participantes de entre 20 y 30 años pueden pasarse tanto tiempo dentro de una casa, quiere decir que no estudian, no trabajan ni nada. No son muy ejemplares como para verlos y hablar sobre ellos todo el día.
A aquellos que no lo han mirado, los invito a que se molesten solo un momento y coincidirán con Nietzsche: “Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos”. Pero solo un momento. Más de una dosis de 5 minutos puede ser letal. Ademas de ser un formato copiado, me pregunto yo, ¿Quién es más idiota?, ¿El idiota original o quien lo imita?


El domingo leí en el diario una noticia (que provocó esta reflexión) espantosa a nivel social: En el Gran Hermano de Inglaterra (o Big Brother, si ahí también existe, debe ser una epidemia en el sentido real de la palabra), una mujer hindú fue expulsada. Grupos hindúes salieron a la calle a protestar por un caso de discriminación contra la participante. La reincorporaron y ahora ganó.
Sinceramente, y sin ánimos de ofender, me parece que la sociedad hindú tiene una lista de prioridades muy grande de cosas como para quejarse sobre un programa ficticio.
Para los que defienden la eutanasia, propongo que desconecten a los participantes de sus aparatos. ¿Acaso no tienen muerte cerebral? ¿Pero como siguen andando por ahí tan duchos?
Perdón, basándome en nuevos diagnósticos, puedo estar seguro de que padecen síntomas de “cerebro virgen”. Disculpen el anterior comentario.

La pantalla de hoy es sinónimo de decadencia y entretenimiento inmediato. No educa, no dignifica, no mejora, ni siquiera incita a hacer algo. La situación televisiva, cada vez es más sorpresiva. ¿Acaso nunca dijimos “este programe es de lo peor”? Se dedican a demostrarnos que estábamos equivocados, cada programa que sale es peor que el anterior. “Hoy, el terror es increíble. ¡Mañana, puede ser verdad!” (del film: ¿Quién puede matar a un niño?).

El humorista Liniers, quien editó “Macanudo 4” hace poco por Ediciones de la Flor, en una de sus tiras un hombre pregunta a un sabio: “Si me anoté en un reality show pero no me seleccionaron, ¿qué significa?”
A lo que el sabio contesta: “Que sos mas idiota que los que sí fueron elegidos”.

Coincido de sobremanera con Jaume Perich: “El cine ayuda a soñar. La televisión a dormir”.